Para mantener su competitividad, las empresas hoy tienen que perfeccionar continuamente su propia gestión operativa mediante la introducción de modelos de negocio innovadores. La respuesta tecnológica a este tipo de necesidades empresariales consiste en adoptar un sistema ERP orientado a la Nube, que permita reducir los costes de implementación, configuración y mantenimiento.
El sistema ERP permite planificar los recursos de una empresa ocupándose de su gestión operativa, mientras que el sistema CRM analiza la relación con los clientes administrando las informaciones y conservando las interacciones que la empresa tiene con ellos. Por tanto, el primero coordina los procesos organizativos de la empresa y se ocupa de administrar todo lo que concierne el departamento de producción, la contabilidad y la cadena de distribución; el CRM en cambio genera y organiza los datos concernientes a los clientes y automatiza los procesos de gestión: contactos, actividades de venta, trabajos en equipo, etc.
El objetivo de un programa ERP consiste en que la empresa funcione al máximo con menos desperdicios, coordinando las actividades de producción y administrando la contabilidad, mientras que un programa CRM administra datos y contactos, así como traza todos los ciclos de venta analizando los datos en base a los procedimientos y resultados.
Las ventajas principales de un CRM consisten en el aumento de la productividad, la reducción de costes y una mayor satisfacción del cliente; las ventajas de un ERP, en cambio, radican en una mayor eficiencia del proceso de trabajo, un mejor proceso decisorio, mayor coordinación y colaboración.
El CRM puede aplicarse a las necesidades de las empresas pequeñas, mientras que las más estructuradas a menudo requieren la implementación de un programa ERP integrado con CRM para obtener las mejores prestaciones.